בס׳ד Shabbat - Ser o no ser Ser o no ser (shomer shabbat) - esa es la cuestión. Hasta ahora hemos hablado de temas que no "interfieren" demasiado con nuestra vida cotidiana. Pero el shabbat se repite una vez cada siete días. En Israel es muy fácil comer Kasher y en la diáspora tampoco es tan difícil. Basta proponérselo. Pero shabbat son palabras mayores. Cualquiera que mire desde afuera a alguien que guarda y respeta el shabbat, no puede evitar pensar que la otra persona se ha vuelto loca, le han lavado el cerebro a más no poder, ha sido abducido por una extraña secta o le ha pasado algo tan gordo que se ha refugiado en la religión y es un caso perdido. Basta echar un vistazo a todas la prohibiciones y las leyes de lo más enrevesadas para llegar a la conclusión que quien no ha nacido en una familia observante (y lo ha mamado desde la cuna) y decide, pese a todo, guardar shabbat, sencillamente está loco de remate. No se puede cocinar, ni usar el coche, lavar la ...
בס’ד Estamos mal acostumbrados a traducir. Tzedaká no es limosna, ni caridad, ni beneficiencia. El vocablo Tzdaká deriva de la raíz Tzedek - justicia. Cuando hacemos Tzadaká, ejercemos nuestro libre albedrío y traemos justicia a este mundo. Estamos tan acostumbrados a dar una moneda cuando nos piden en un semáforo o en la puerta del supermercado que a menudo se nos olvida el valor incalculable de ese simple y aparentemente insignificante acto. Tal es su valor, que sería imposible recibir una justa retribución en este mundo por esa pequeña moneda que acabamos de dar. Tenemos tendencia a pensar que la Tzedaká es dar dinero. Pero no lo es. Una sonrisa, una palabra amable, ayudar en casa o a un desconocido, también son actos de justicia. La mente poco entrenada suele pensar que la Tzedaká es un acto de dar: dar de uno mismo, de su dinero, de su tiempo. Si damos pensando que estamos dando, es decir, que "perdemos" o "restamos" algo, lo único que perdemos es la...